Por Mariam Delgado Los pactos de Dios no son como los pactos de la gente y ¡menos mal que no! porque por nuestra naturaleza humana somos infieles a nuestras propias promesas. Se nos olvida lo que significa un pacto y por eso necesitamos un sÃmbolo que nos recuerde constantemente la parte que nos toca cumplir. Please log in to view content...